Biografía:
Dennis Vigo Andrade, nacido en Lima. Es un escultor en madera, autodidacta. A la edad de 13 años, su familia mudó su residencia a la hermosa ciudad de Chimbote, fue en este lugar donde adquirió gran parte de su influencia artística. Sus bellas playas, su gente y la deliciosa comida de este puerto, fueron 3 ingredientes claves para captar su interés por el arte. Se considera un chimbotano de corazón. Estudió la secundaria en la I.E. República Argentina (Ex-CASRA) de Nuevo Chimbote. Realizó estudios de Administración en IPAE, Egresado de la facultad de Educación de la UNFV con mención en la enseñanza del idioma inglés y, un Diplomado en Seguros del Instituto Peruano de Seguros (IPS). Su destreza y habilidad en el tallado y la escultura provienen del método de prueba y error y de su constante esfuerzo por mejorar su técnica. Viene desarrollando sus trabajos en madera desde hace poco más de 28 años, sus obras versan sobre su forma de ver la vida privilegiando la perspectiva como lenguaje caligráfico. Realizó exposiciones en 2017 y 2019 en la Sala de Arte de la ciudad de Chimbote y participó en la feria por el Día del Arte Mundial, abril 2019.
¿Cómo fueron tus primeros pasos en el mundo del arte?
Siempre estuve rodeado de manifestaciones artísticas: la música, el dibujo, la escultura, etc. A la edad de 14 años conocí a unos escultores en arcilla, me impactó mucho ver todo lo que podían hacer y me dejó un interés impregnado en el corazón; después de muchos años descubrí el porqué de tanta impresión. A los 23 años di mis primeros mis pasos por el arte haciendo llaveros de madera con herramientas muy precarias que me dejaban las manos laceradas. Al cabo de un tiempo y en medio de esas limitaciones, cambié el estilo, dejé de producir llaveros y opté por hacer cuadros con imágenes variadas; en algunos momentos me aventuré con el pirograbado pero me di cuenta que no era exactamente lo que quería hacer. Ese giro me dio una nueva visión de mi trabajo el cual se convirtió en un nuevo impulso.
¿En qué momento te diste cuenta que querías dedicarte a la escultura y el tallado?
Mis trabajos mejoraban con el paso del tiempo en base a esfuerzo e investigación. Me veía limitado por la falta de herramientas y la poca comprensión de la perspectiva (un tema vital en mis trabajos), sin embargo, al cabo de unos años pude superar esas trabas y me sentí con la capacidad y el entendimiento suficiente para lanzar mis trabajos al mercado y desarrollar nuevos proyectos con mayores desafíos.
¿Qué te inspira en tus creaciones?
Conforme avanzaba e iba descubriendo el mundo de la madera, me atraía mucho el esculpir locaciones de los pueblos del Perú. La madera, con sus densidades, tonalidades y texturas, se presta para lograr el impacto deseado en cada obra. Lo mío siempre ha sido tratar de hacer cosas nuevas y/o diferentes, por ello, me apresuro todo el tiempo en crear mis propios bocetos partiendo de algún recuerdo o idea que contenga un significado para mí, me inspira en suma, el hecho de poder crear realidades que ayuden al espectador a conectarse y a vincularse emocionalmente con la obra.
Me seducen los diseños que contengan perspectiva, técnicamente hablando. Desarrollo gran parte de mi trabajo en base a ese concepto, cuido que las líneas y vértices coincidan casi al milímetro para que brinden la sensación de pertenencia. En ese sentido, busco que mis trabajos provoquen en el espectador emociones poderosas que trasciendan y perduren en el tiempo, tales como estupor y asombro, que le sirva como medio para retomar costumbres abandonadas, de expresión emocional o catártico, de reconciliación con el pasado, de revalorización de nuestra cultura y sentimiento patriótico, de reconocimiento de espacios físicos y/o geográficos, de evocación de momentos de la infancia vivida y que surjan en su ser, pensamientos que lo encaminen a definir su propio concepto de la vida, la belleza y el arte.
¿Cómo visualizas el mundo del arte hoy en día?
Creo que el mundo del arte ha sido siempre un ámbito laboral muy particular en la que el artista debe mantener la lealtad, fe en su trabajo y el coraje para mantener esos valores intactos de forma permanente y constante, de tal forma que sea capaz de transmitir su mundo y su ser a través de la obra y surjan en el espectador, emociones que lo conmuevan y que lo confronten a modificar o renovar la intensidad con la que ejercen sus vidas.
¿Provienes de una familia de artistas?
Mi padre, Tirso Vigo Lafitte, es dibujante, pintor y escritor. Solía pintar murales en las paredes del patio de la casa para adornarlos con colores y lindas imágenes y, desde que se jubiló, ha escrito 3 libros con poemas costumbristas dedicados a su tierra, Tayabamba, Pataz. Mi madre, María Andrade Camones, confeccionaba hermosas prendas de vestir en su juventud y la precisión y calidad de los detalles eran elogiados por todos sus clientes. Dos enormes influencias en mi vida.
¿Qué significa para ti ser artista en el Perú?
Intentar abrirse camino en un medio tan complejo como el arte, implica un riesgo enorme, un riesgo que solo se puede asumir con decisión y valentía. La riqueza cultural de nuestra tierra resulta ser una fuente inacabable de recursos para todo artista en cualquiera de sus manifestaciones lo cual redunda en beneficio de la inspiración y la producción. Desarrollar un arte en el Perú significa llevar la bandera rojiblanca con orgullo, lo cual es una primera manifestación de honestidad y transparencia que se debe transmitir a los espectadores de manera cabal.
¿Qué crees que es lo mejor y lo peor dentro del mundo del arte?
No creo que haya algo que se catalogue como ‘peor’ dentro del mundo del arte. Si vemos el arte única y exclusivamente como un medio para ganar dinero, es probable que haya cosas no muy alentadoras en ese sentido y en el proceso, origine desanimo, por lo tanto, no es recomendable colocarlo como un estímulo para motivarse. Pienso que el arte trae todo lo mejor a la vida de una persona pues le abre el camino para desarrollar el intelecto, incrementar y fortalecer la paciencia, lidiar con la frustración, robustecer la voluntad y la perseverancia. Asimismo, le permite mantenerse firme y estable ante los avatares de la vida y de la obra en sí, fortalecer la fe, desarrollar la sensibilidad, incrementar el conocimiento y el desarrollo del pensamiento abstracto; nos confronta y nos ayuda a explorarnos a nosotros mismos a fin de poder tomar decisiones que influyan en la remoción o modificación conductas, en suma, el arte es un medio que nos ayuda a ser mejores personas.
¿Qué estilos y movimientos artísticos se ven reflejados en tus esculturas?
El tipo de esculturas o relieves que realizo es clásico, figurativo y en algunos casos con realidades concretas.
¿En qué proyectos te encuentras trabajando actualmente?
Actualmente me encuentro desarrollando una serie de bocetos con un tema específico. Al igual que el año anterior (2019) con la Colección ‘Cantaritos’, intento producir un grupo de relieves con un motivo y una representación particular y que transmitan un mensaje significativo para el espectador. Tengo en mente llevar a cabo una exposición en mi casa/galería, espero poder realizarla pronto.
¿Cómo definirías técnicamente tu trabajo?
Mi trabajo ha pasado por varios procesos, desde el manejo de herramientas precarias y frágiles hasta instrumentos eléctricos y grabado láser (para el caso de las leyendas en la parte posterior). Las reacciones o emociones que mis trabajos producen en los espectadores están directamente relacionados a la evolución y a la mayor perfección en mi técnica. Sus apreciaciones dan cuenta, de forma específica, de la prolijidad y el rigor con el que procuro realizar cada detalle. Asimismo, este progreso ha redundado en beneficio de una mayor eficiencia en la producción, más trabajos en un tiempo relativamente menor, lo cual es favorable en todo sentido.
¿Reconoces influencias de otros escultores en tu obra?
Sí. Conocí a unos artesanos en arcilla cuando tenía 14 años, sus trabajos me impactaron mucho, desconozco sus nombres, uno de ellos esculpía los rostros de los famosos The Beatles, eso produjo un gran interés en mi ser. En este tiempo he conocido diversos escultores, talladores, pintores, dibujantes cuyos trabajos han influenciado en mi estilo. Las influencias son importantes e ineludibles, es desde este punto en que empieza a generarse el estilo propio y personal del artista.
¿Cuál es tu ambición como artista en este momento?
Ambiciono que mis trabajos sean un espejo en el que los espectadores vean sus vidas reflejadas, que les cause asombro y puedan conmoverse ante la belleza y la perfección; ser testigo de testimonios reales del impacto que mi arte produce en sus vidas y sobretodo, que los niños se beneficien de este hecho y emerja en ellos el deseo de seguir y proseguir el arte a pesar de los obstáculos que se les presente.
¿Dónde te gustaría ver expuestas tus obras en el futuro?
Creo que cualquier artista desearía tener espacios para mostrar sus trabajos en galerías importantes del Perú y del mundo.
He vendido varias piezas a diferentes personas del Perú y de varios países, por lo que, el poder llegar cada vez más lejos y a distintos lugares, es un gran anhelo.
¿Qué consejos le darías a los artistas de las nuevas generaciones que vienen?
El artista se hace con el tiempo, requiere de trabajo arduo para desarrollar la técnica y estilo propio, requiere de perseverancia, tenacidad, debe producir y producir a todo costo. La única forma de salir adelante es intentándolo todo el tiempo, día y noche, cueste lo que cueste, saltando y esquivando los obstáculos, tiene que empezar o proseguir tal y cómo esté y dónde esté y no morir en el intento. No existe la jubilación para el artista, salvo que sus facultades físicas o mentales ya no se lo permitan, pues la esencia de su trabajo crece con el paso de los años y nunca termina.